Descripción de la editorial:
Correspondencia Original:
Lucifer 42, 43, 44, 46, 47, 48, 49
"El trono ha quedado vacío, nos hemos quedado huérfanos. ¿Qué será de nosotros?"
Con estas palabras se lamenta la Hueste Celestial a la que Dios ha dejado atrás meditando sobre Su partida. Sin embargo, a su hermano mayor, Lucifer Estrella del Alba, la desaparición de Yahvé le lleva a preocuparse de algo mucho más práctico: de su propia supervivencia y, de modo tangencial, de la Creación de Dios.
Tras haber completado con éxito la misión de rescatar el espíritu de Elaine Belloe, Lucifer se ve obligado a defender el legado de su Padre frente a un par de usurpadores, quienes se han hecho con el poder que Yahvé dejó abandonado. Gracias a dicho poder su derrota no parece nada fácil, tanto es así que Lucifer se ve forzado a tomar medidas preventivas en su propio universo.
Dichas medidas consisten en la promulgación de un decreto de obligado cumplimiento; todos los inmortales han de abandonar los mundos de Dador de Luz, o si no comprobarán en sus propias carnes el significado de la mortalidad.
Pero no todo el mundo tiene intención de marcharse sin más.