Libro de historieta con 96 páginas impresas en color, encuadernado en rústica, con cubiertas en color. Producción de Conrado Dube, y color de Estudio Beat. Preimpresión: Preuve. Impresión:Nuer Trade.
Texto de la pág. 88:
SUPER-FREAKS Conocidos popularmente como Super-Freaks, los miembros de este grupo no han elegido todavía un nombre que asociar al colectivo. Olvidados por los medios de comunicación, sólo la prensa sensacionalista publica sus hazañas. Periódicos como The Sun, o News Of The World, a menudo recogen el testimonio de quienes les han visto en acción. El ejemplo más palpable son los avistamientos de Elvis por todo el contorno de los Estados Unidos, desmintiendo su muerte. Desde su primera salida conjunta, cuando atravesaron el país en furgoneta, aumentaron los rumores sobre un misterioso grupo de superhéroes formado por viejas y nuevas estrellas de cine y televisión.
Inspirados por el veterano Vela Lugosi, los Super-Freaks han declarado la guerra a las grandes productoras, las empresas discográficas, las estrellas encumbradas como Jack Michaelson, y por extensión a toda la industria del ocio. Para elegir sus objetivos, analizan los parámetros de patrimonio, fama y aprovechamiento del estatus. En cuanto una celebridad se excede en su desprecio de las leyes civiles, beneficiándose de su notoriedad, los Super-Freaks son implacables en su misión de dar caza y captura a los infractores. Para ello no dudan en infligir daños a la propiedad privada, lesiones físicas, o en exponer a sus enemigos al escarnio.
El baremo que aplican a sus víctimas es subjetivo, y el odio declarado que profesan por los multimillonarios en general afecta su punto de vista. Podría decirse que los Super-Freaks adoptan una postura intransigente, abanderados del relativismo ético, movidos por su rencor hacia la industria. Los Super-Freaks actúan como una banda organizada, recopilando y cotejando datos, antes de escoger un blanco. La pericia de Burt Ward en el área de la piratería informática es de gran ayuda en la fase previa a las expediciones. Burt logra infiltrarse en chats ilegales, haciendo significaciones averiguaciones sobre las actividades privadas de los personajes que investiga. Cuando se activa la señal de alarma por infracciones, Burt reúne archivos útiles para un ataque sorpresa, como planos del inmueble, rutas de entrada y salida, claves de acceso, informaciones adicionales...
Ya en combate Adam North dirige la campaña como líder de grupo. Los Super-Freaks mantienen abiertas las comunicaciones con la base, mediante dispositivos emisores y receptores ocultos entre la ropa.Burt transmite las órdenes a los distintos operativos, y coordina los movimientos cuando el equipo se despliega en abanico.
La residencia habitual de los Super-Freaks setá ubicada en la mansión de Adam North en Beverly Hills, y mantiene su apariencia inofensiva gracias a la labor de encubrimiento que desempeña su mayordomo Travis. El almacen de vehículos, entre los que se encuentran viejos elementos de atrezzo de TV, sirve como arsenal, gimnasio y enclave para los parlamentos y asambleas.
Adam North mantiene un estrecho contacto con su antiguo compañero, el también actor George Realm. A pesar de sus reiterados esfuerzos de captación , George ha rehusado participar en las actividades de Super-Freaks debido a sus nuevas responsabilidades laborales y matrimoniales, y al hecho de haber adquirido una cierta posición social. Adam, por el contrario, no deja de acosar telefónicamente a su colega, convencido de que terminará por ceder al hostigamiento.
Vela Lugosi, ideólogo de Super-Freaks, es el impulsor del proyecto y el consejero de Adam North, orientando al grupo y tratando directrices de actuación. Elvis Forever toma las riendas en el campo de batalla y en retaguardia, siendo muy útil como instructor y guía espiritual. Leonard Nerve constituye un arma de choque, resolviendo las crisis con fuerza devastadora.
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