LÚPIN Y SUS AUTORES
La historieta y revista más importantes en las que la aviación es el eje
central es Lúpin y la publicación homónima. Vivió 44 años como
historieta desde su aparición en Capicúa, y 38 años como título
de revista, Lúpin el piloto.
“Lúpin el piloto” nació como una historieta de aviación
predominantemente civil y deportiva. En ella los términos que se
utilizan son precisos en lo técnico y en la jerga en que los personajes
hablan se demuestra el conocimiento de esta disciplina. Así encontramos
expresiones como: "Se plantó", "darle pala", "panne", "elevarse en
candela'", "viraje", "decolar", "golpe de timón", "trompo violento",
"carlinga", "remontar", "aeroclub", "reaprovisionamiento", "trimotor", "Avion
Jenny 'la petisa' (el Curtiss JN-4)", "picar", "pasada rasante",
"turbina", "eyectarse", "nivelado", "aeroposta", etc., etc. Lúpin debe
su título precisamente a la castellanización de una maniobra aérea, "looping".
El autor de “Lúpin” y luego editor de Lúpin fue Guillermo
Guerrero, quien en realidad se “autohistorietizó”. Guerrero
(Buenos
Aires, 27-VII-1923), vivió durante 30 años en la calle Bauness, al 2600
donde su papá regentaba una peluquería. Guerrero tenía un proyector de
cine a kerosene; las películas las compraba a 5 centavos el metro y
proyectaba esos pedacitos de fotogramas. Con tinta china dibujaba sus
propias historias y los chicos iban a verlas a su casa. Con los papeles
que le daba el almacenero comenzó a hacer un diario a lápiz,
Semanario Bohemio, con notas sobre el barrio e historietas. Los
clientes de la peluquería lo leían y hasta ponían avisos como "Tienda La
Mision" y un militante de la U.C.R. en tiempos electorales.
Guerrero a los 7 años envía un dibujo a Caras y Caretas y la
revista lo publica en su pagina infantil. El dibujo es premonitorio: dos
aviones haciendo acrobacias aéreas. Aquello parecía indicar su vocación
por el dibujo, la aviación y las revistas humorísticas, tres cosas que
desarrolló posteriormente en su vida de adulto y con mucho éxito.
Desde 1938 y durante nueve años trabaja como ayudante de Lino Palacio
hasta que en 1940 el diario La Razón publica su primera
historieta: “Villa Mosquete, 1625”. Con Palacio lo primero que hizo fue
pintar los trajes de negro de “Don Fulgencio” y dibujar el título de la
portada de Billiken. En 1941, Guerrero llegaría a conocer a Walt
Disney, amigo de los artistas argentinos, mientras trabajaba con Lino.
Por la mañana trabajaba con Palacio haciendo “Ramona” y a la tarde
concurría a las oficinas de Rico Tipo, donde conoció a Sidoli (Dol)
en 1947. Ese mismo año ingresa en la mítica Rico Tipo y labora en
ella hasta su cierre en 1973, llegando a ser Jefe de Dibujantes.
Al conocer las revistas para las cuales dibujó Guerrero nos damos cuenta
que ingresamos en la Historia de la Historieta, el Humorismo y el
Periodismo argentinos. Vean si no: Don
Fulgencio, Bicho Feo, El Laborista, El Hogar, Mundo Deportivo, Antena,
Tit-Bits, Campeon, El
Trencito, La Revista
Dislocada, Tibor Gordon, Popurri, Figuritas, Avivato, Bomba H, Afanancio,
Piantadino, Loco Lindo, Picardia, Petitera,
etc. Los personajes de Guerrero son, entre otros: Lere-Lere, Tatita,
Riverito y Bocarin, Canelon el Utilero, Rubita, Tanguito, y Langosta, Al
Feñique, Piedrito y Saurito, Mosca Kid. Pero su creación más importante
es Lúpin, el piloto. Guerrero también ilustro cuentos, chistes,
carátulas y trabajos publicitarios.
Fue uno de los primeros socios de la Asociación de Dibujantes de la
Republica Argentina, y Vicepresidente del Círculo de Humoristas
Argentinos. Es socio vitalicio del Aero Club Argentino, pues se recibió
de piloto aviador en diciembre de 1955. Posee gran cantidad de maquetas
de aviones (cuyos planos publicaba en revista Lúpin). También es
miembro del Círculo de Escritores de Aeronáutica y ha sido galardonado
por sus vecinos con el Título de Vecino ilustre del Barrio de Villa
Urquiza.
Tito Sol, el director de Lúpin, también conocido por Dol, era
Hector Mario Sidoli. Este envió a los 8 años un dibujo que fue publicado
en la revista infantil Bolita, y a partir de allí comenzó su
exitosa carrera con las historietas.
A
los 9 años elaboró sus primeras películas de cine en 35 mm.; limpiaba
unos metros de película, dibujaba las secuencias y luego con un viejo
proyector a manivela las proyectaba para disfrute de sus amiguitos. A
los 11 años se publican sus primeros argumentos de historieta cuando la
revista El Tony de Editorial Columba premiaba con unos pesitos y
publicaba los mejores textos que llegaban para la historieta “Rulito, el
gato atorrante”, que en esos tiempos pertenecía a los lectores. Tito Sol
se interesa por el dibujo, por el cine y también por la fotografía (se
fabrica sus propias cámaras y filmadoras) y también se interesa por la
astronomía, fabricando sus propios telescopios. Otra de sus preferencias
es la electrónica. Todo esto explica por qué en la revista Lúpin
abundan las notas sobre hobbies, circuitos, electrónica y se
enseñe la fabricación de telescopios, cámaras, etc. amen de lo
relacionado con el aeromodelismo y la aeronavegación si bien esto ultimo
es influencia de Guerrero.
Tito trabaja como dibujante para la Editorial Siluetas que publica
revistas femeninas hasta que el gran Divito lo convoca para diagramar
las revistas Chicas y Rico Tipo. Allí publica chistes y
la historieta “Volatín” entre otras. Sus dibujos aparecen en Argentina,
Chile, Brasil, Francia, Italia y Alemania, es la época dorada de la
historieta argentina y Rico Tipo es la revista más vendida de
todos los tiempos, sólo igualada por Patoruzú, cuyos dibujos son
distribuidos por United Press International desde Nueva York. Sidoli
crea entonces sus historietas clásicas: “Saltapones”, una especie de
inventor, algo así como el propio Tito; también dibuja aventuras de
Manija el camarógrafo, de Resorte el ayudante del Profe (todos ellos
también con "algo" de las características de Sidoli), Bicho y Gordi,
etc. Cuando Guerrero y Dol deciden editar una revista propia el genial
Divito se une a ellos y surge Lúpin. Divito fallece trágicamente
en un accidente y por ello Rico Tipo la continúan editando sus
socios. En 1966 aparece revista Lúpin que sigue publicándose al
día de hoy renovada con artículos sobre internet e historietas más
cercanas a la tecnología actual y a la ciencia ficción, como “El Hombre
de Otra Galaxia”, cuyo autor es Héctor Sidoli.
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