[
Leer la segunda parte de la entrevista ]
Tebeosfera:
Llegamos a tu libro de
cómics con Gomaespuma... Desde mi punto de vista es una obra
fallida, primordialmente por el guión endeble, arrítmico y con poca
gracia de Cano y Fésser ¿Estás de acuerdo conmigo en que la frescura
humorística que caracteriza al dúo corchopán se pierde en
cuanto la alejas del medio radiofónico, como ha quedado demostrado
en televisión?
José Luis Ágreda: No
conozco su experiencia televisiva, pero creo que este guión salió
así por falta de interés o de tiempo. Ellos tienen muchísima más
gracia que la que pusieron en esta historia y creo que no se tomaron
nada en serio el medio, o las consecuencias de pasar de la radio a
él. Anduvieron siempre muy agobiados y el tebeo era el último de sus
intereses (según mi perspectiva, claro). Creían sinceramente que el
guión que tenían grabado, improvisado en parte, era lo
suficientemente bueno para tener gracia alejado de sus voces y sus
interpretaciones (que es lo que en gran parte constituye su éxito).
En radio son muy buenos comunicadores, y con público son estupendos,
porque saben manejarlo e improvisar para sacarle partido. Pero éste
no era uno de sus mejores guiones, y la traslación a un medio visual
como el cómic, sin aprovechar los recursos de la imagen que éste
ofrece, no le hizo ningún bien.
T:
Pese a que el guión no
es tuyo, algunos personajes de A la fuerza ahorcan parecen
salidos de tu cerebro, por su desarrollo como tales ¿es casualidad o
metiste mano al guión?
JLA:
Casualidad totalmente. No pude hacer nada con el guión, excepto
transformarlo de guión radiofónico a guión de tebeo. Y eso de manera
muy literal. El aspecto de los personajes es lo que más me gustó
crear y me resultó cómodo, porque ellos los tenían muy claros y me
los supieron explicar muy bien. Sigo pensando que se podrían hacer
buenas historias con ellos. Mi aportación fue la de transmitir las
características que ellos me habían dado.
T:
Sé que te echaron una
mano, en la “deadline”, Ippólito, EnriqueCarlos y Velarde ¿hasta qué
punto?
JLA: En la
tinta. Yo estaba realmente desesperado, porque la fecha de entrega
fue inhumana. Para la editorial había más interés en sacar el tebeo
para la feria del libro que en hacerlo bien, y como por razones muy
ajenas a mi voluntad el trabajo gordo, el dibujar las cuarenta y
tantas páginas, se había retrasado muchísimo, el final fue
catastrófico. Estoy muy muy muy agradecido a los tres por las
páginas que me entintaron y que sé que les vino regular o
directamente mal hacerlas y que lo hicieron por amistad. Como Óscar
Palmer, que me recogió en su casa los últimos días e incluso coloreó
alguna página que ni Bernardo ni yo podíamos terminar (estuvimos sin
dormir varios días seguidos). Esas últimas dos semanas fueron
horribles.
T:
¿Cómo se vendió la
primera entrega de Raúl y Andrea, Habrá segundo álbum?
JLA: Mal, y
no.
Con esto se perdió la oportunidad. A mí
me da muchísima pena, pero no hicimos un buen tebeo y es normal que
las ventas no funcionaran. Bueno, en realidad no funcionaron para el
mercado de libros, para las expectativas de la editorial, que creían
que por llevar la firma Gomaespuma en portada ya tenían la tirada
amortizada. Y no, el público no es tonto, y nadie recomienda un
producto que no le ha gustado aunque se haga publicidad de él en tu
programa radiofónico favorito. Las ventas, para el mercado de los
tebeos, en cambio no habrían estado mal del todo. [ N. del E.: en julio de 2002 se redistribuyó
adjunto en promoción a varios de los libros firmados por Gomaespuma
]
T:
Vergara forma contigo
equipo, muy cohesionado, dando color, generando guiones como churros
pero sólidos y eficaces... háblanos de vuestra “historia” juntos:
cómo surgió el amor, coincidencias en gustos, modo de trabajo,
vuestro trabajo en El Jueves...
JLA: Nos
conocimos a través de un amigo común en un Salón del Cómic.
Lo normal, vamos. Yo creo que sólo nos habíamos visto un par de
veces desde que nos presentaron. Y lo que pasa con estas cosas, que
desde que conoces personalmente a alguien, pues le prestas más
atención a su trabajo cada vez que lo ves. Y, oye, que el trabajo de
Vergara venía de muy lejos y era muy sólido. Me gustaba
especialmente el tebeo de Ficciones Reales que me había
regalado y lo que publicaba en el Mini Mundo. Más adelante,
cuando entré en una crisis creativa en El Jueves (había
empezado a dibujar en El País y me estaba sobresaturando de trabajo)
decidí proponerle que trabajase conmigo con la serie de "Los
Chapas". Él pareció dispuesto, y presentamos unas pruebas a El
Jueves que se mostraron conformes. Desde entonces hasta la
cancelación de la serie nos entendimos perfectamente y él se adaptó
todo lo que pudo (y creo que lo hizo muy bien) a una serie que no
era suya. Estoy muy contento con el trabajo que hicimos juntos.
T:
Norma os llama a un
grupo de gente para dibujar tebeos para niños y tú haces Zoé con
Vergara. ¿Te sientes cómodo en la historieta dirigida a la infancia,
un público al que apenas te dirigiste nunca? Dinos cómo os fue, y
cómo os va en ¡Dibus! Y cuéntanos tu versión de por qué cerró
¡Dibucómics!
JLA: Me
encanta el cómic para público infantil. No lo he practicado porque
no es fácil hacerlo en este país. No hay. O no había apenas hasta
ahora.
En este caso pasó lo contrario que en
El Jueves, le ofrecieron a Bernardo publicar en El Dibus y él
presentó una serie que les gustó. Pero después me propuso a mí como
dibujante de la misma. En Norma estuvieron de acuerdo y así
empezamos con Zoé. Yo me lo pasé muy bien dibujándolo y espero que
pronto podamos continuar con ello. En estos momentos, por
diferencias con la editorial, se ha suspendido la serie, pero
estamos muy contentos con los personajes y no descartamos volver a
ellos en cuanto tengamos oportunidad.
Bueno, ¡Dibucómics! cerró porque
no vendía según las expectativas de la editorial. ¿Por qué no
vendía? No lo sé. Yo creo que no tenía tanto sentido como revista
como lo puede tener ¡Dibus! Y pienso que lo que menos sentido
tenía era que coexistieran ambas en el mercado. Digamos un odioso
"se veía venir" que lamento mucho, porque había un montón de gente
currando ahí que habría estado bien que siguieran enseñando su
estupendo trabajo (Bonet, Calo...)
T:
A tenor de este
planteamiento, ¿qué crees que ha ocurrido con la historieta infantil
y con el público infantil de tebeos en España (hay quien dice que la
crisis del tebeo comenzó aquí con la defunción de Bruguera y su
abanico de publicaciones)?
JLA: La
verdad es que es una teoría que no suena descabellada. Como no
conozco realmente cómo era el antes, no estoy seguro de poder
responder a la pregunta. Lo que sí parece claro es que sin hacer que
el público infantil se familiarice con los tebeos desde pequeño y
les coja afición, difícilmente se les podrá hacer atractivo el tema
cuando sean adolescentes y tengan la cabeza llena de videojuegos,
fútbol y sexo. (Creo que ni siquiera haciendo tebeos de
videojuegos, fútbol y sexo).
T:
Háblanos de los
ilustradores a los que les sigues la pista: Terry Colon, Shane
Glines, Bruce Timm, Carter Goodrich, Bill Pressing... Aumenta esta
lista y dinos qué te atrae de cada uno de ellos, si te apetece.
JLA: La
verdad es que me dejo influir por todo lo que me gusta, no opongo
ninguna resistencia. Hay veces que un sólo dibujo de un artista me
marca mucho y paso una temporada dejándome llevar bajo su
influencia, hasta que desaparece o la asumo. En internet he conocido
un montón de dibujantes impresionantes que no conocía y a los que
persigo porque son un verdadero placer y unos maestros.
Evidentemente, gran parte de los que me influyen son conocidos por
todos, pero hay algunos que he descubierto por casualidad y que no
es fácil encontrarlos por aquí, pero que han supuesto una diferencia
grande en mi formación.
Así, para dibujar chicas
ha sido fabuloso descubrir a Bruce Timm y uno de sus compañeros en
las labores de diseño de Batman Animated Series, Shane Glines.
O el apabullante Bill Pressing. Todos proceden del mundo de la
animación y tienen una frescura y un dinamismo que muchas veces es
difícil encontrar en dibujantes de cómic. La gente de animación
(supongo que alguna) dibujan el movimiento, en vez de un momento de
ese movimiento. Shane, además, es un erudito de la ilustración de
prensa y publicitaria clásica americana y de ella ha conseguido la
elegancia y la naturalidad de las poses.
Carter Goodrich es un ilustrador
americano que también trabaja en el mundo de la animación en el
campo del diseño de personajes. Es mágico, de él lo que más me gusta
es la gracia con que mueve a sus personajes. Otra vez la naturalidad
en las poses y una conexión con el espectador que te hace afín a su
mundo. En esta línea, aunque quizá más sarcástico, es Peter de Seve.
Ambos han hecho portadas para el New Yorker y muchas ilustraciones
para revistas de prestigio, así como para literatura.
De cómics que no conocía y que me
resultan muy inspiradores podría añadir a Enrico Casarosa, un
dibujante italiano que trabaja en la animación en Nueva York y que
hace un tebeo titulado MIA. Una especie de clon de Miyazaki, muy
fresco dibujando, y un iluminador asombroso. Con unas pocas manchas
sobre un boceto te hace aparecer un dibujo enormemente evocador.
Terry Colon y Bob Staake, me han
llegado como ilustradores humorísticos, fabulosamente sintéticos y
sabios. Especialmente Bob, que tiene un par de libros didácticos
publicados de gran interés sobre el dibujo de humor y las
caricaturas.
Jez Hall, también animador, podría
añadirse a esta lista. Es británico y su trabajo en storyboards
le ha dado un intuición y una frescura en el trazo que me
sorprende siempre. Unas manchas son un personaje lleno de
personalidad. Unas pocas líneas de lapicero y hay acción trepidante.
Es un genio. Y además es un tío encantador.
T:
Háblanos de tu trabajo
para EP[S], Fotogramas, Ciencia y vida, Elle... tu labor de
ilustrador: Qué te exigen, cómo, si te corrigen, si siguen con
aquella canción de “eso es demasiado tipo cómic”... ¿Cómo está este
mercado laboral actualmente, cómo se accede a él?
JLA: A mí
me divierte mucho hacer ilustración en prensa. Al principio, en el
EP[S], me resultó difícil, pero poco a poco me he ido
encontrando más cómodo y ahora disfruto mucho con ello. Es más
agradecido que el cómic porque terminas el trabajo antes de cansarte
de él. Una vez que tienes la idea con la que trabajar, sólo hay que
disfrutar plasmándola, el proceso es mucho más directo y no se
pierde energía por el camino. En general tengo suerte y no he tenido
muchas correcciones. En este sentido es peor el mundo de la
publicidad (aunque paga mejor). En cuanto a lo de si es "demasiado
cómic", pues no me lo dicen, porque si me llaman ahora me llaman por
el trabajo que conocen mío, y es eso lo que buscan. No hay
sorpresas. De todas formas, el planteamiento de una ilustración es
distinto que el de una viñeta, y al final, excepto por el tema de la
línea, no siempre es todo demasiado cómic. Una viñeta forma parte de
una sucesión, y una ilustración es un todo, así que las cosas deben
plantearse de forma diferente. Y también está el hecho de que el ojo
del lector de ilustración tiene una educación distinta del de cómic,
y los planos o los juegos que se pueden hacer en ésta son diferentes
de los del cómic.
T:
Toca animación. Háblanos
de tu experiencia con “Love Zoo” y con Byte Boy, si es que la
productora Neptuno te deja extenderte. Por favor, cuéntanos las
dificultades que hallas al trabajar en un medio, el cinematográfico,
que es completamente diferente de la historieta, por mucho que los
vengan hermanando desde el principio del siglo XX.
JLA: Love
Zoo fue una experiencia estupenda por un lado y frustrante por otro.
Aunque los resultado me gustaron, no me resultaron satisfactorios
para las expectativas que tenía. Fue principalmente error mío de
novato. Pero me lo pasé bien.
En Neptuno Films sólo me encargué del
diseño de los personajes principales de una serie que están
produciendo, de título provisional Byte Boy. Como crear
personajes es una de las fases que más me gusta de los tebeos, no me
resultó nada difícil meterme a ello. Tuve que adaptarme a unas
exigencia obvias, de animabilidad de los personajes, pero eso
le añade interés al encargo. Cuantas más pegas, más riqueza, más
variado será tu trabajo. En el tebeo basta con que sea posible una
pose que te dé la sensación del movimiento, pero en animación tiene
que ser posible ese movimiento, y tiene que ser legible. No creo que
yo consiguiese los personajes idóneos para eso, así que el resto de
diseñadores y animadores de la productora se encargarán de hacerlos
más aptos para la animación.
Es una experiencia que me gustaría
repetir, pero con un proyecto con el que yo me encontrase más a
gusto, que me fuera más afín.
T:
Me pregunto cómo te
hallas de cercano con la sensibilidad femenina al observar su
trabajo para la revista Nosotras (Mairi ed.)
JLA: En la
revista Nosotras y en su adaptación cibernética en
www.chicachica.com hago ilustraciones sobre
temas lésbicos. Como les gustaba mi trabajo les presenté la idea de
una historieta. Era una idea que tenía y que podía adaptarse
perfectamente. En sí el tebeo previsto no trata el tema del
lesbianismo, sino el de la aceptación o no de la sociedad,
adaptación o marginalidad, que en un momento dado puede resultar
cercano tanto al mundo homosexual como a cualquiera que plantee un
modo de vida no acorde con los estándares o valores actuales. Las
protagonistas son dos chicas, una pareja, Eva y Bea que viajan a
Londres para investigar un suceso que ocurrió en la universidad
durante la época punk. La idea es ir publicando las páginas en la
revista (y descargables de la red previo pago) y el año que viene
reunir el álbum completo (también en formato CD-ROM) Es un proyecto
muy bonito y personal, del que estoy contento, y parece que la
directora de la revista también.
T:
En cierta ocasión
declaraste que con promoción se lograría sacar a la historieta del
pozo donde se halla ¿No crees también que pesa mucho el problema de
la mala educación con la que se llega al medio, el mal concepto del
tebeo que la sociedad española, o la cultura en general, tiene sobre
el medio?
JLA: Sí. Es
posible que opinase eso, pero ahora no lo pienso así. Creo que una
buena promoción es indispensable para aumentar la ventas, pero no es
lo único que hace falta. Buenos productos, asequibles económicamente
(tienen que competir con otros entretenimientos más espectaculares y
más baratos) y compatibles, como dices, a la idea que se tiene de
ellos. Y miles de factores que seguro que se nos escapan, porque si
esto tuviera fácil solución, la gente que hace negocios con ello ya
se habría puesto a ganar dinero. (Bueno, a ganar más dinero
aumentando las ventas).
T:
Yo estimo que Cosecha
Rosa puede entenderse como un claro ejemplo del posmodernismo
aplicado a la historieta, sin ánimo de querer etiquetar un tebeo (de
todos modos ya etiquetado con eso del nuevo underground, a lo
cual le veo menos sentido), pero sí queriendo acomodarlo en una
corriente estética e ideológica, en la cual estamos inmersos.
Hernández Cava repudiaba lo del posmodernismo, en 1998, con el
sinónimo inventado “posmemismo” ¿qué opinas tú?
JLA: Pues
no sé. Me dejas sin palabras. La labor de encajar las obras dentro
de corrientes creo que corresponde a los críticos, y además será más
fiable conforme el tiempo ayude a diferenciar las cosas superfluas y
más de moda y deje al descubierto lo que de auténtico tenga cada
obra. Por el uso consciente e irónico de los géneros, o por la
inclusión del lector en los juegos que plantea la lectura del tebeo,
sí que aceptaría posmodernismo como animal de compañía.
T:
Cosecha Rosa,
de nuevo, es
un tebeo triste en lo que cuenta, por mucho que se intente el esbozo
optimista que pretendes ¿eres consciente de este poso resultante o
no lo ves así?
JLA: Sí,
sí, por supuesto. Todo el tebeo era un no saber decidirme entre
hacer una historieta distanciada y una historieta abiertamente
sentimental. Era buscar el punto medio. La temática era triste sin
ninguna duda y al principio no había misericordia para los
personajes. Fue Abel Ippólito, que se leyó el guión, quien me
aconsejó sabiamente que le diera un respiro al lector, un mínimo
punto de apoyo a la esperanza. Ahí puede estar ese aspecto
ligeramente optimista que percibes. Pero, finalmente, todo acaba
bastante mal para todos los personajes (que son muchos).
T:
Curiosidad de friqui
¿cómo fue que te llamaron para el 9-11 de Dark Horse?
JLA: Bueno,
me escribió por mail Phil Amara, guionista y editor de Dark Horse y
me pidió una página. Todavía no tengo claro dónde había visto mi
trabajo, si en alguno de los foros de ilustradores en los que
participo, o a través de un amigo americano que dejó unas muestras
por allí. El caso es que le gustaba mi estilo y buscaban autores de
fuera, así que me lo pidieron. Después hemos mantenido algo el
contacto. Me escribió hace poco para decirme que ha dejado Dark
Horse (sigue haciendo guiones) y ahora está en una pequeña empresa
de animación.
T:
Yendo por delante
nuestra enhorabuena por haber logrado el premio a la mejor obra de
2001 por Cosecha Rosa en el Saló Internacional del Còmic
de Barcelona de 2002, ¿qué ha supuesto para ti el premio del
Saló, lo consideras significativo en tu carrera?
JLA: Bueno,
es difícil contestar a esto. Es significativo en mi carrera si la
gente considera significativo el premio en sí. Y no estoy seguro de
que esto ocurra. A mí me hace sentir orgulloso que haya gente que
vote por mi trabajo y me hace una ilusión tremenda la exposición del
año que viene. También es importante de cara al exterior de la
industria española del cómic. Pero es que dentro... ya nos conocemos
todos más o menos. Los que no me prestaban atención antes no creo
que lo hagan ahora, esto es muy pequeño. Para afuera es un premio
que sigue sonando con prestigio, dentro hay mucho más escepticismo.
Sin duda para mí fue una sorpresa.
T:
La obtención del premio
llevó aparejado un viaje a festival Paris BD de 2002, el
primero que se celebra en la Ciudad de la Luz. Háblanos del ambiente
historietístico que se vive en París hoy, y de cómo has visto el
panorama editorial en tu tournée…
JLA: Bueno,
fue un viaje muy fugaz, así que tampoco tengo una visión real. A mí
me dejó apabullado la cantidad y variedad de tebeos que se editan.
Todo con muchísima calidad y muchísimo curro. Muchas editoriales
conlleva diversificación, y eso es bueno porque cada una va buscando
su público.
Y la gente tiene curiosidad. A mí me
sorprendió que tanto Jali como yo estuviéramos vendiendo todos los
tebeos que llevamos mientras firmábamos. La gente se acercaba y
miraba y lo compraba. ¡Y muchos admitían no tener ni idea de
español!
Al final, lo que me quedaron fueron
unas ganas enormes de volver con una carpeta decente que enseñar.
T:
Suéltalo todo sobre tus
futuros proyectos, a corto y a largo plazo.
JLA: Pues
enlazando con la pregunta anterior, estoy preparando varios
proyectos para intentar meterme en el mercado francés. Uno es el de
Barrabás, del que ya hemos hablado y que estoy haciendo en compañía
de mi hermano Joaquín. Va bastante adelantado y ya sólo me queda
ponerme a currar unas cuantas páginas para poder tener un dossier
presentable. Después tengo otro que estoy preparando con un autor
americano con el personaje del cazador de hadas que sirvió de
portada a
Tebeosfera.
De momento está
en fase muy inicial, así que no sé aún si llegará a buen puerto. Lo
que sí sé es que estoy aprendiendo mucho con él y que me lo paso
bien. También me gustaría llevar el tebeo de Eva y Bea, pero temo
que la relación lésbica de las protagonistas me lo ponga más
difícil para publicarlo en editoriales convencionales. De todas
formas intentaré buscar la editorial adecuada que sí que se atreva
con ello, y sobre todo que sepa buscar su público. Por otro lado
tengo previsto hacer una pequeña historieta de seis páginas para Mike Manley, de su personaje Monsterman, para un especial Halloween
que está preparando. Aún no me ha mandado el guión, pero me apetece
mucho hacerla, porque será en color y tengo mucha libertad para
trabajar con mi estilo, y es un escaparate, modestito, para enseñar
mi trabajo en EE UU.
En el campo infantil también me
gustaría terminar algo sobre lo que estoy trabajando, aunque todavía
me queda mucho curro.
Tengo ilusión en la exposición del
Salón, y me gustaría que quedase bien, así que ahí también invertiré
mis esfuerzos de este año. |