Gustave Doré estaba dotado de un enorme talento gráfico que le permitía dibujar incluso los escenarios y criaturas más fantásticos de forma realista y creíble. Sus ilustraciones de La Biblia, El Quijote, El Paraíso Perdido, El Barón de Munchhausen, la Divina Commedia de Dante o los Cuentos de Mamá Ganso de Charles Perrault, por nombrar algunos, siguen considerándose las interpretaciones artísticas definitivas de estas historias. Visualizó personajes literarios como Don Quijote, el Barón Munchhausen y el Gato con Botas de una manera tan vívida que han pasado a formar parte de la memoria colectiva humana.
La obra de Doré no sólo fue una gran inspiración para innumerables artistas gráficos, sino que también inspiró el estilo visual de varios libros infantiles bíblicos y fantásticos, novelas, historietas, películas y series de televisión. Aunque Doré es conocido sobre todo como ilustrador de fantasía, también realizó varias pinturas y grabados realistas de paisajes terrestres y urbanos europeos.