Historietista italiano de exquisito trazo, muy popular por su obra erótica y en particular por su idealizada representación de la mujer.
Natural de Luson, un pequeño pueblo italiano cercano a la frontera austriaca, "Milo" (diminutivo de Maurilio) Manara nació en el seno de una humilde familia trabajadora. Dotado para las artes plásticas desde su infancia, pronto se interesó por el mundo del arte y, tras una visita a París con 16 años con motivo de un homenaje a Picasso en su 80º cumpleaños, su destino quedó definifivamente marcado.
Con 21 años entró a trabajar en Verona como asistente del escultor español Miguel Ortiz Berrocal, quien le introdujo en el mundo de la historieta gracias a trabajos como Barbarella, de Jean-Claude Forest, o Jodelle, de Guy Peellaert, aunque se dedicó inicialmente a la pintura y a la publicidad durante unos años.
Mientras cursaba sus estudios de Arquitectura en Venecia en 1968, comenzó a dibujar Genius, una serie de historietas de fumetto nero para Furio Vanio. En 1970 empezó a colaborar con la editorial Erregi, primero fugazmente en la revista Terror y entre 1970 y 1974 en la serie Jolanda de Almaviva.
En 1973 fundó la revista satírica Telerompo con el guionista Silverio Pisu, con quien colaboró posteriormente en varios trabajos como El Rey Mono (Lo Scimmiotto, 1976) o Alessio, il borghese rivoluzionario (1977).
Entre 1974 y 1977 colaboró con el semanario juveni Il Corriere dei ragazzi en varias series sobre temas de actualidad como "Il fumetto della realtà" o sobre personajes históricos como en "La parola alla giuria", con Milo Milani.
Durante su etapa de estudiante fue un activista militante, encargándose de las pancartas y carteles políticos del grupo socialista "Milagro". También se encargó de las portadas de la serie Il Montatore (1975-1982), de Publistrip (Camilo Bolas en España), que satirizaba sobre los abusos capitalistas y los líos de faldas de un obrero.
A partir de 1976 dibujó varios episodios de Histoire de France en bandes dessinées y de La Découverte du monde en bandes dessinées para Larousse, y también en La storia d'Italia a fumetti de Enzo Biagi para Arnoldo Mondadori Editore.
En 1978 dibujó el episodio L'Uomo delle nevi (El hombre de las nieves), con guión de Alfredo Castelli, dentro de la coleción Un'uomo un'avventura. Ese mismo año comienza su proyecto más personal y ambicioso, ya como autor completo, con la historia H.P. et Giuseppe Bergman para la revista francesa (À Suivre). La serie, que tuvo cinco continuaciones entre 1980 y 2004, es un relato de aventuras, humor y erotismo protagonizado por un trasunto del autor llamado Giuseppe Bergman, y presenta múltiples referencias y apariciones de H.P., "el Maestro", que no es otro que el mentor de Manara y el inspirador de la historia, Hugo Pratt.
Con Pratt, ilustró dos historietas: Tutto ricominciò con un'estate indiana (Verano Indio), para la revista Corto Maltese, en 1983 y El Gaucho,para Il Grifo, en 1991. En 1982, ya en solitario, prueba con el western, con Quatre doigts, l'homme de papier en Pilote.
A partir de 1983 Manara adquiere notoriedad como autor de cómic erótico con la publicación de Il gioco en Playmen (que había tenido una primera versión titulada Un Giuoco en la revista italiana para adultos Glamour), que tuvo una rapida difusión a partir de su recopilación en libro en 1984, traduciéndose en varios paises como Francia ("Le Déclic"), Estados Unidos ("The click") o España, primero con el titulo de "¡Clic!" y luego "El clic". Esta historia, acaso la más conocida del autor, tuvo tres continuaciones, y llegó a ser adaptada en dos ocasiones a cine y televisión.
El éxito de El clic propició que en los años siguientes el autor se centrara en la creación de una serie de trabajos donde lo erótico predominó sobre cualquier otra consideración, con obras como El perfume del invisible (que también tuvo una continuación, Desnuda por la ciudad, y una adaptación en forma de serie de animación), Cámara indiscreta, Gulliveriana, Cita fatal, Kamasutra, WWW o La metamorfosis de Lucio.
En paralelo a ese tipo de creaciones más ligeras, Manara continuó realizando obras más personales, como sus colaboraciones con Federico Fellini, ilustrando carteles para sus películas y adaptando dos guiones cinematográficos no utilizados por éste: Viaje a Tulum y El viaje de G. Mastorna.
En los años 2000 realiza también algunas colaboraciones puntuales con el mundo del cómic norteamericano, con Neil Gaiman en The Sandman: Endless Nights y con Chris Claremont en X-Men: Ragazze in fuga.
En 2004 inicia la publicación de la tetralogía Borgia, con guiones de Alejandro Jodorowsky, para l'Echo des Savanes, una de sus series más destacadas de los últimos tiempos.
Además de su trabajo en el mundo del cómic, Manara destacó como ilustrador para prensa y para novelas como Fuego en las entrañas, de Pedro Almodóvar. Colaboró también en otros medios como la publicidad, realizando storyboards para spots publicitarios de Chanel para Luc Besson y los diseños de la serie de animación City Hunters para Axe. Asimismo, ha publicado numerosos portafolios o libros con ilustraciones, casi sin excepción con el reclamo de su sensual representación del cuerpo femenino.