En 1968 el guionista argentino Héctor Oesterheld es convocado para realizar una biografía en forma de historieta de la vida de Ernesto “Che” Guevara, quien pocos meses atrás había sido fusilado en Bolivia. Para la parte gráfica convocó a Alberto Breccia y su entonces joven hijo (22 años), Enrique Breccia. Fue la primer colaboración firmada por padre e hijo, y no se trató de un trabajo en conjunto, sino que cada cual tomó una etapa determinada de la vida del biografiado para su desarrollo.