1) - Margarita ¿Cuándo tuviste
conciencia de que tu padre era un dibujante de tebeos? ¿Cómo influía
aquello en vuestra vida de familia?
-
No tengo que remontarme a ninguna época de mi vida en concreto para
decirte que desde siempre fui consciente de que mi padre dibujaba cómics
ya desde bien pequeña le recuerdo de esa manera: por la noche, sentado
en la mesa del despacho, con el flexo, los lápices, las plumillas... y
sus "monos" como él los llamaba... ¿De qué forma influyó en nuestra vida
familiar esa situación? Pues yo particularmente, le veía así, tal cual,
como una parte de su vida laboral, que en el fondo le llenaba mucho,
bastante, diría yo.
2) - Sé que tu padre simultaneó su
oficio de humorista gráfico con el delineante que ejerció en una
compañía de electricidad ¿Acaso él ya tenía la impresión de que era
difícil vivir sólo del dibujo?
-
La cuestión económica no era algo que alterara demasiado a mi padre,
viniendo de los cómics, me refiero, o de su parte creativa... si que
supongo, que era consciente de que no podía vivir sólo de ellos... y que
por eso tenía otras ocupaciones. Tengo el convencimiento, no obstante,
de que no dibujaba únicamente por dinero sino por puro placer; incluso
le recuerdo contento al llegar del trabajo en la compañía de
electricidad, en donde como sabes, desempeñaba el puesto de delineante;
se sentía orgulloso de ello también: todo lo que se derivase del dibujo,
pintura, cómics, etc., le entusiasmaba.
3)- Tengo entendido,
que
tu padre se inició en la profesión siendo muy joven -16
años- dibujando en El Explorador, que era el medio de
comunicación de la organización de Boy Scouts de Córdoba, de la que él
era miembro ¿Qué os contaba él de aquella época?
-
De su época de explorador se sentía muy orgulloso también, y siempre nos
hablaba del fundador de la organización, el británico Lord Badem Powell:
de cuando venía a Córdoba, de cómo se reunían los exploradores en las
dependencias de la Torre Malmuerta, etc. Nos hablaba de sus experiencias
(hasta nos imitaba a mi hermana y a mí, el aullido de los lobos y la
risa de la hiena), de sus paseos por el campo, del símbolo de los scout,
de los tres dedos de la mano derecha levantados, etc. Sí, esa época la
recordaba con ilusión y orgullo.
4) - Sin duda Pepe Carapato fue el
personaje que le dio más fama y por el que todavía más se le recuerda
¿Qué podías decir de como se gestó dicho personaje y hasta que punto
tu padre se identificó con él?
-
No podría decirte con certeza como se gestó Carapato, pero si sé que de
alguna manera mi padre se identificaba con él: cordobés de los pies a la
cabeza, crítico con las cosas de su ciudad que, según él, debían
arreglarse; campechano y caballero a un tiempo.
5) - Aparte de colaborar en el diario
Córdoba, tu padre dibujó para otras publicaciones como
Pelayos, Chicos, Mis Chicas, Jaimito y otros ¿Piensas que vivía
agobiado por ello, o tenías la impresión de que podía con todo sin
mayor problema?
-
Tampoco le recuerdo agobiado por la simultaneidad de sus ocupaciones:
delineante en la compañía de electricidad por las mañanas, dibujante en
el diario Córdoba por las tardes, y en las noches, antes de
dormir, gestaba las historietas de los cómics o las viñetas que le
publicaba el periódico. Cuando era pequeña, también le tengo en la
memoria, en casa, delante del caballete y el lienzo pintando al óleo
paisajes, bodegones... o retratos al pastel, acuarelas...
6) - ¿Fue eso también así cuando se
embarcó en la tarea de confeccionar, él solito, el suplemento
Peques de ocho páginas?
-
Si, el suplemento Peques lo recordaba con ilusión e interés,
lejos de agobiarse, era un placer para él dibujarlo. También colaboró en
Pelayos, sobre el año 1938, con el personaje de Polito y su amigo
Paco el minero, y en Chicos y Mis Chicas, con Cocolín y
Macuto con su amigo Jamoncito y con Pituca y Marga.
7) - Parece ser que tu padre dejó de
colaborar con el diario Córdoba allá por 1980 ¿Qué pasó?
-
El abandono de su trabajo como colaborador en el diario Córdoba
coincidió con el cambio de la Sede del mismo a un polígono industrial a
las afueras de la ciudad; parece ser que hubo algunas discrepancias con
la nueva etapa, y eso mi padre no pudo sobrellevarlo.
8) - A partir de ese momento y en el
orden práctico, deja el dibujo de humor pero en cambio se afianza en
el dibujo serio a plumilla -Historias del Califato de Córdoba, Gran
Capitán y Pizarra y en la pintura. ¿no es así?
-
Bueno, la plumilla también era algo que él trabajaba bien.
Tal vez, al tener más tiempo, a partir de 1980, pudo dedicarse con más
tranquilidad a otra forma de plasmar su arte como era el dibujo a
plumilla; pero las Historias del Califato de Córdoba
y otras a
las que haces mención no fueron a partir de su abandono del diario
Córdoba sino en los años cincuenta y sesenta, si no me falla la
memoria. El dibujo a plumilla al que me refería antes iba más allá:
cuadros de monumentos de Córdoba (sobre todo en sus orígenes), bien de
la Mezquita / Catedral, cosas del siglo pasado, o de iglesias del siglo
XVIII...
9) - Tu madre falleció en Mayo de 1985.
Como persona y como artista ¿hasta que punto afectó en el ánimo de tu
padre este triste hecho?
-
La muerte de mi madre le pilló tan de improviso, que casi le partió por
la mitad sus esquemas, etc. aunque siempre podía usar su muletilla de la
"vida es bella" para salir adelante; pero si, le costó mucho superarlo
aunque lo intentaba, pero se sentía como "una mitad" de un todo.
10) - Pasado un tiempo, creo que allá
por 1987, volvió al diario Córdoba dando vida a un nuevo
personaje: El Profesor Tostón. ¿Hasta cuándo y por qué mantuvo a dicho
personaje?
-
Su pequeña colaboración en el diario Córdoba, dando vida al
profesor Tostón le infundió un hálito de vida; se volvió a sentir útil e
importante; le hizo mucha ilusión... Sería en los años noventa cuando
tuvo que abandonarlo, debido a sus problemas de pulso y visión.
11) - Como se deduce por lo dicho,
también trabajó para editoriales de San Sebastián, Madrid y Valencia
principalmente. ¿Significó eso que para poder desarrollar mejor su
trabajo tuvo que viajar?
-
Curiosamente el viaje físico, como desplazamiento de un lugar a otro, no
tenía mucho sentido para mi padre; él siempre nos hablaba de la
maravilla del poder de la imaginación, con lo que podías vivir, viajar y
desplazarte a donde quisieras... es algo que recuerdo de él con sumo
placer y una herencia de la que me siento orgullosa. De todas formas, no
tuvo que desplazarse nunca para desarrollar sus trabajos... tan sólo una
vez a Madrid para la entrega de unos premios de chistes que patrocinaba
la empresa Agromán y en los que participó algunas veces.
12)- Por las conversaciones que he
mantenido con vosotros –personalmente y por teléfono- llego a la
conclusión de que todos los originales realizados por tu progenitor
han desaparecido ¿por qué, a tu juicio, se ha llegado a esta
situación?
-
Mi padre siempre tenía "sus cosas" guardadas, y prácticamente no
teníamos acceso a ellas, siempre fue muy celoso de sus "tesoros", por
eso no puedo decirte que ocurrió con ellos; si que sé de la generosidad
que le caracterizaba y lo dadivoso que era con sus dibujos, o tal vez
destruyó algunas cosas debido a ciertas decepciones.
13)- Hay otras facetas menos conocidas
de tu padre como parece ser la de escritor de cuentos y la de pintor
muralista, como lo demuestra el hecho de la existencia de un mural que
encargado por el famoso padre Ladrillo, él confeccionó en la Iglesia
del Naranjo ¿qué sabes de todo ello?
-
Bueno, la faceta de pintor muralista, como apuntas, ya la había
practicado con anterioridad decorando unas aulas para niños (motivos
infantiles), pero realmente, creo que se descubrió como
tal cuando el párroco de la Iglesia de la Barriada del Naranjo (en donde
él residía durante esa etapa) le encargó la decoración del frontal de la
parroquia. Lo hizo con ilusión y entusiasmo, sin recibir estipendio
económico alguno, ya que era más importante para él la remuneración que
recibía por el hecho de plasmar su arte. Sí, disfrutó mucho con ello, y
en casa igualmente nosotros, al ver el entusiasmo que ponía. Quiero
añadir, que por extrañas circunstancias que desconozco, a la muerte del
párroco de la citada iglesia, el ya tristemente desaparecido, Don
Agustín Molina, más conocido por el "Padre Ladrillo", las pinturas
murales desaparecieron ya que (según tengo entendido) blanquearon el
frontal para superponer un retablo. Sin más comentario, José María.
14)- Y hablando de otras cosas, sin
duda tu padre fue un humorista gráfico ¿tenía un gran sentido del
humor?
-
Ciertamente; el sentido del humor de mi padre era innato, hasta el punto
que
charlar con él te hacía reír por la especial forma que tenía para contar
cualquier suceso; curiosamente, no sabía ni contaba chiste alguno;
siempre pensé que él mismo era el chiste, no tenía necesidad de contar
cosas que hubiesen inventado otros para hacer reír.
15)- Me gustaría que me hablaras un
poco del Alcaide íntimo; de cómo era para su familia, para sus amigos,
para el mundo en general y para sí mismo.
-
Bueno, el Alcaide íntimo como dices, era muy apreciado por todos los que
le conocían, destacando su caballerosidad, su elegancia, su sentido del
humor... En casa, a las hijas nos contaba anécdotas de su estancia en la
Guerra como dibujante / delineante, cómo la vivió. También le gustaban
las películas de misterio y nos hacía sentir los efectos con su natural
capacidad para imitar ruidos, el miedo, etc. Contaba cuentos, también
historias... y sobre todo tenía una especial capacidad para imitar a
personajes, por ejemplo, era genial haciendo de Charlot, personaje al
que admiraba profundamente (yo creo que de alguna manera se identificaba
con él).
16)- Es notorio que tu padre fue en
gran parte olvidado, pero a partir de un momento, como sabes, un grupo
de colegas y amigos nos pusimos en marcha para rescatar su memoria y
dedicarle el debido homenaje al que, a nuestro juicio, era merecedor
¿fue consciente en sus últimos tiempos de que esto era así?
-
Bueno, tengo que decirte, José María, que el interés que pusisteis en la
obra de mi padre en los últimos años le llenó de orgullo. Recuerdo cómo
me contó la primera vez que le llamaste para decirle que eras un antiguo
admirador suyo: se puso muy contento, de ahí que quiso que yo estuviese
presente cuando nos vimos en la Cafetería del Barrio del Naranjo, donde
nos hicimos los tres una fotografía que conservó con ilusión. Los
últimos días de su vida, pudo ver también la contraportada que le
dedicasteis en el Mini Diario de Valencia...
Gracias por todo vuestro interés, Ché, en nombre de José Alcalde Irlan,
mi padre, y en el mío propio. |