Autor fundamental del tebeo español, dibujante de el Capitán Trueno, el Corsario de Hierro y otros héroes, que fue un dotado narrador para la dinámica aventurera con un estilo inconfundible en el entintado y en la caracterización de personajes.
Como él mismo decía: "Nací con la vocación de dibujante, pues ya dibujaba antes de andar o aprender a hablar".
Sus padres le matricularon en la academia de San Carlos de Valencia, y el joven Ambrós recorría diariamente 26 kilómetros para aprender a dibujar. Uno de sus profesores le vaticinó que nunca sería nada en el dibujo. Afortunadamente, se equivocó. Alentado por sus padres, por aquello de tener un trabajo fijo para toda la vida, terminó Magisterio, y durante un breve periodo de tiempo ejerció como maestro, pero el inicio de la guerra civil truncó su trayectoria en este terreno, y Ambrós se alistó en el bando republicano.
En 1939, y ya terminada la guerra, debido a sus antecedentes políticos, decide renunciar a su carrera docente y volver a su pueblo a ayudar a sus padres en las labores del campo.
En 1944 llegan a sus manos varios cuadernos de El Guerrero del Antifaz, y decide dibujar un cuaderno entero, y con todas las ilusiones del principiante, se presenta al Sr. Puerto, de Editorial Valenciana, que le encarga hacer algunas páginas cómicas, y tras ahorrar unas pocas pesetas se dirige en 1946 a Barcelona.
Su primer contacto lo hace con Hispanoamericana de Ediciones, y le dicen que se dedique a otra cosa. Posteriormente le indican que pruebe en una pequeña editorial, Bergis Mundial, para la que confeccionaría cuatro cuadernos de la colección Dos yanquis en África. Luis d'Oc, director de Editorial Gerpla, le facilita las direcciones de dos editoriales que están empezando (Toray y Grafidea) y que buscan dibujantes. En Toray se entrevista con el Sr. Ayné, que le encarga algunas páginas para la revista Chispa, pero su verdadera oportunidad le llega de la mano de Editorial Grafidea.
Federico Amorós había creado un personaje inspirado en la figura de El Zorro, creación del escritor Johnston McCulley, inmortalizado en la pantalla por el actor Douglas Fairbanks y que en aquellos años había vuelto a popularizar Tyrone Power, y estaban buscando al dibujante que le diera vida. Así nació en 1947 El Caballero Fantasma. Ambrós entrega su primer cuaderno, pensando que no le van a pedir otro, y sorprendentemente se agota. Tras la entrega de varios cuadernos y viendo que la aceptación es popular, Editorial Saturno presenta una demanda porque el título de la colección coincidía con el de una de sus colecciones, dibujada por Sangar, lo que obliga al guionista a "matar" al protagonista y convertir a su pupilo en la figura central como el Jinete Fantasma. Contrariamente a lo que se pensaba, el nuevo giro en la historia hace que se incrementen las ventas, llegando a tener esta colección una de las mejores tiradas de la época. Se publican 164 cuadernos de 21 x 32 cms. En 1951 acaban las aventuras del Jinete Fantasma, siendo reemplazadas por las de su hijo, tal y como constaba en el primer número de Chispita, con guión de Amorós. A estas aventuras siguieron cuatro más, pero éstas dibujadas por Biosca.
Seguidamente, Ambrós ficharía por Bruguera, donde comenzaría a trabajar en el suplemento de aventuras para Pulgarcito, con la serie La nave del tiempo, de la que dibujaría 10 cuadernos en formato vertical de 27 x 9 cms. En 1955 colabora con otros dibujantes en la colección Bisonte gráfico, en la que publicaría dos cuadernos. El mismo año presenta varias historias en las colecciones de novelas Bisonte Extra Ilustrada y Búfalo Extra Ilustrada. En 1956 publica para la colección Historias "Los tres mosqueteros" y "Las aventuras de Dick Turpin".
En 1956 se inicia la publicación del personaje de más arraigo popular en toda la historia del tebeo en España, el Capitán Trueno, formando tándem Ambrós con el guionista Víctor Mora, que firmaba como Víctor Alcázar, y dibujando en solitario los numeros 1 al 35 y el 37, y en colaboración con Beaumont, el 36, del 38 al 45, del 47 al 168 y del 173 al 175.
En la revista Pulgarcito ocupó la doble página central desde el nº 1317 al 1336, en una sección con el título Historiascopio, que consistía simplemente en largas tiras que ocupaban todo el ancho de las dos páginas centrales de la revista, compartiendolas con El Inspector Dan, de Eugenio Giner, y El Capitán Vendaval, de Tony Bernal. Ambrós dibuja siete aventuras, desde el nº 1387 al 1487, pero el Capitán Trueno siguió apareciendo en Pulgarcito de la mano de Beaumont, Tinoco, etc.
En 1963 dibuja para Inglaterra la aventura titulada Billy the Kid. En 1964, en la revista El Capitán Trueno Extra, trabajó en los números 244, 245, 249, 250, 254, 255 y 256. Alguna participación en los núms. 364 y 365, además del Almanaque para 1965 y las portadas para El Capitán Trueno Gigante 1 al 14, 17 y 18. Ese mismo año publica un libro de la colección Héroes dedicado a Tarzán, otros dos dedicados a Rin tin tin y otro del Capitán Trueno, titulado La isla de Rapa Nui, para la misma colección. En 1965, en la revista Din Dan, se publican varias páginas de la serie 4 camaradas, con el título "El tesoro de Manco Capac".
En 1965, dentro de la colección Historias se publica "Juan XXIII, el Papa del concilio". Ese mismo año empieza a publicar para Editorial Valenciana una serie de aventuras cortas dentro de la colección Roberto Alcázar y Pedrín Extra, continuando hasta 1971. Fueron reeditadas posteriormente por la misma editorial en la colección Super 3, formando tándem el dibujante con Chiqui de la Fuente, y en otras colecciones como Jaimito, Selecciones de Jaimito, Western, Toby, Purk (Almanaque 1976).
En 1968, y en la revista de editorial Valenciana Jaimito, publica la serie Héroes del deporte, con guión de Pedro Quesada, y posteriormente otra serie, Los colonos, con guión de Federico Amorós, que fueron publicadas en extras y almanaques de Jaimito. En 1970, como complemento estelar de la revista Mortadelo, aparece un personaje cautivador, el Corsario de Hierro, que seguía la pauta de otros clásicos de Víctor Mora: el héroe, el forzudo y el cómico, con la particularidad de que no tenía novia "oficial" y cada pocos cuadernos causaba estragos entre las féminas sin decidirse por ninguna. En 1971, Bruguera comienza a publicar la colección El Corsario de Hierro, dentro de la serie Grandes Aventuras Juveniles, de la que se publicaron 22 números. En 1977 se reeditan las mismas aventuras, pero esta vez llegan a publicarse 52 números. En 1980 una nueva edición alcanza los 58 números.
En 1982, Joseph Toutain, en la Historia de los comics, publica la aventura del Capitán Trueno titulada El adivino de los ojos muertos, que levantó algunas ampollas en media España, y de la que se hicieron eco algunos periodicos nacionales y locales. Significativo fue un artículo publicado en Diario de Avisos titulado "Capitán Trueno, ¡quién te ha visto y quién te ve!".
En 1987, Ediciones B publica 58 números de la mejor edición de El Corsario de Hierro hasta la fecha, donde se puede observar con toda nitidez la fuerza del dibujo de Ambrós.
El 30 de septiembre de 1992, tras haber sufrido varios amagos de infarto y una larga enfermedad, a sus 79 años, un ataque cerebral acaba con la vida de Miguel Ambrosio.