TEBEOS EN BARCELONA. CÓMICS EN GUERRA CRÓNICA DEL 32 SALÓN INTERNACIONAL DEL CÓMIC DE BARCELONA 2014 |
Reportaje: Félix López
Reportaje fotográfico: Silvia Sevilla
Cartel definitivo de esta edición del Salón, por Carlos Pacheco. |
Tras un inesperado cambio de fechas motivado por la coincidencia con un campeonato deportivo y después de las habituales dosis de polémica[1] [2] a las que ya estamos acostumbrados, el 32 Salón Internacional del Cómic de Barcelona se celebró del 15 al 18 de mayo en la Fira de Barcelona como es acostumbrado, aunque en esta ocasión el evento se trasladó a los palacios 1 y 2, que cuentan con unos 32.000 m2 de superficie, un 70% más que el año pasado. Este aumento de espacio se notó tanto en los días de menor afluencia —sobre todo el jueves y el viernes, cuando los pabellones y pasillos presentaban un aspecto algo más desahogado—, como en los de mayor asistencia de público, sábado y domingo, que se vieron beneficiados por el aumento de la fluidez en los desplazamientos por los pasillos. La temida confluencia de un importante encuentro deportivo el sábado por la tarde no pareció amilanar a los aficionados, que, según la organización, alcanzaron en esta ocasión los 106.000 visitantes[3], exactamente la misma cifra anunciada el año pasado[4]. El director del Salón, Carles Santamaría, también confirmó un aumento de los expositores y un incremento de las ventas, dato este último que nos corroboraron algunos de los libreros presentes.
El cambio de ubicación pareció desorientar —al menos inicialmente— a los profesionales habituales, a los que les costó más desplazarse y localizar algunos espacios, e igualmente a algunos visitantes, que parecieron reacios a adentrarse en las zonas periféricas, mucho menos frecuentadas que el resto del festival, incluso en los días de mayor afluencia de público.
El tema principal del salón fue la historieta bélica, con una espectacular exposición titulada Cómics en guerra, que presentó 550 originales de páginas de historieta alusivas a los principales conflictos bélicos de la historia, en un enorme espacio que presentaba también abundante escenografía, con vehículos y figurantes de varias épocas y demostraciones de juegos de estrategia.
Tres imágenes del inmenso palacio 1, dedicado a la historieta bélica, la recreación histórica y la escenografía militar. |
Como es tradición, fueron montadas otras exposiciones mucho más modestas que presentaron las obras de los ganadores de la anterior edición del Salón: las creaciones de Purita Campos, Ardalén (de Miguelanxo Prado), el fanzine Adobo o La piel del oso (de Oriol Hernández).
Muestras de las exposiciones dedicadas a Purita Campos, Miguelanxo Prado y Oriol Hernández. |
Otras muestras tocaron temas interesantes como las viñetas que transmiten historias autobiográficas, la sátira gráfica sobre la política española o los autores baleares que vivieron el boom del cómic de los años ochenta del siglo pasado. No faltaron las exposiciones panorámicas que celebraban aniversarios de algunos personajes populares del cómic como Popeye, Batman o Lobezno, vigentes pese a su edad (85, 75 y 40 años, respectivamente).
Instantáneas de las muestras dedicadas a Popeye, Batman y Lobezno. |
También hubo actividades similares montadas en paralelo al Salón pero fuera del recinto, como las exposiciones “Barcelona en 1714. La batalla final” —instalada en distintos puntos de la ciudad—, “Sudestada” —dedicada a la historieta argentina, que se ubicó en la librería Universal—, la recuperación de la exposición de Luis Conde sobre los tebeos de posguerra españoles o las conferencias celebradas el domingo en la Universidad de Barcelona, con invitados como Joe Sacco y Paco Roca.
Los autores presentes en el salón continuaron siendo uno de los principales atractivos de los visitantes, que formaron largas colas para conseguir firmas de estrellas nacionales del cómic como Miguelanxo Prado, Paco Roca, David Rubín, Juanjo Guarnido o Carlos Pacheco, o de invitados extranjeros como Mike Carey, Pia Guerra, Paul Jenkins, Brian Azzarello o Manuele Fior, aunque, como todos los años, comprobamos que F. Ibáñez era el que “la tenía más larga” de todos ellos. También tuvimos oportunidad de charlar con otros autores menos habituales en este tipo de eventos, como Sento, Pere Joan, Boldú o Já.
A la izquierda, Paco Roca, Mamen Moreu y David Rubín en el stand de Astiberri. En el centro, la larga cola de F. Ibáñez. A la derecha, Ramón Boldú firmando su último libro, La voz que no cesa. |
El “Taller de cómic” acogió sesiones de la Escuela Joso dirigidas a escolares y clases magistrales de artistas muy variados, nacionales, como Jaime Martín, Francis Porcel o Jordi Lafebre, e internacionales, como R. M. Guéra, Eduardo Risso o Ramón K. Pérez. Este año se presentó un nuevo espacio, una “Carpa de autores” donde, siguiendo el modelo estadounidense, los dibujantes que así lo deseaban podían alquilar un espacio para presentar su trabajo y ejecutar encargos de los asistentes, las llamadas commissions. La zona de fanzines, sin embargo, aunque contó con una mejor visibilidad que el año pasado, nos pareció más reducida y quizá menos animada de lo acostumbrado.
De izquierda a derecha: los talleres de cómic, la carpa de autores y la zona de fanzines. |
En esta ocasión se dedicaron dos espacios, bien acondicionados y con buena acústica, a las presentaciones, conferencias y mesas redondas: el salón de actos del palacio 1, que se dedicó monográficamente al tema bélico, con multitud de presentaciones, coloquios y mesas redondas (la mayoría dirigidas por el omnipresente Vicent Sanchis), y el salón de actos del palacio 2, donde se realizaron todas las demás. Entre ellas, es obligado destacar la presentación del nuevo libro de la Asociación Cultural Tebeosfera: Tebeos. Las revistas infantiles, primer número de la recién estrenada colección Memoria de la historieta, que contó con la presencia de Félix López, en calidad de editor, y de tres sus autores; Jaume Capdevila, Alfons Moliné y Antoni Guiral.
Un momento de la presentación de Tebeos. Las revistas infantiles, con Antoni Guiral, Alfons Moliné, Félix López y Jaume Capdevila. |
Un año más, los amigos de la AACE (Asociación de Autores de Cómic de España) nos ofrecieron espacio en su stand, además de su apoyo logístico, para poder repartir gratuitamente el nuevo libro Tebeos. Las revistas infantiles a todos los socios de la Asociación Cultural Tebeosfera que se acercaron, y allí estuvo esos cuatro días el equipo de Tebeosfera formado por Javier Alcázar, Félix López, Jordi Manzanares y Silvia Sevilla, codo con codo con miembros de la AACE y amigos como Ramón Pereira, Ulises Ponce o José María Varona.
A la izquierda: Ramón Pereira, Félix López y Ulises Ponce. |
El viernes por la tarde se entregaron los premios de la AACE[5], que este año recayeron en:
Tres momentos de la entrega de los premios de la AACE. |
Acto seguido se presentó Tebeo Valencia. Feria del cómic y la ilustración, un nuevo intento de establecer unas jornadas del cómic con dimensión internacional en la capital del Turia organizado conjuntamente por la Fira de Valencia y FICOMIC, que están programadas para los días 28 a 30 de noviembre del año en curso. El acto contó con la presencia de los responsables de ambas organizaciones y de Sento Llobell y Álvaro Pons, que están colaborando en su concepción y coordinación.
Foto final con todos los premiados. |
Asistimos, en definitiva, a una edición más de un Salón sobradamente consolidado, que crece de año en año y que, a pesar de los defectos inherentes a su modelo centrado en el espectáculo y las ventas, sigue convocando al grueso nacional de profesionales y aficionados en una cita anual ineludible.
En el apartado más personal volvimos con un agridulce sabor de boca. Por un lado, no conseguimos resolver ni el amargo conflicto con Whakoom ni las diferencias con ACDCómic [6], pero por el otro, sentimos que recibimos un apoyo creciente de aficionados y profesionales a nuestra labor, que nos anima a continuar en la senda que nos hemos marcado para contribuir a recuperar la Memoria de la historieta.