“La
historieta y yo” (extractos de Wadel, de Skorpio):
Sobre
Pimentón.-
"Oscar Blotta, poeta de la línea" y "El Gnomo Pimentón", en Skorpio,
137, VII-1987, Ediciones RECORD S.C.A., pág. 4:
«Una
de las mas notables características de aquella original revista que fue
Patoruzito es que casi todos sus colaboradores fueron auténticos
creadores... ¡Y por partida múltiple...! Surgieron de ellos fabulosos
personajes de originalidad tal que a cuarenta años de distancia aun
asombran y fascinan. Artistas creadores de personajes, situaciones y
guiones a la vez generadores de dibujos con los cuales revistieron
seductores sueños y fantasías. El gran Lovato creo los dibujos de Rinkel,
el ballenero; Battaglia guionó y dibujo sus festivos Mangucho y Meneca;
y Ferro idem de idem en su Langostino.
»(…)
El ilustre escritor, crítico, catedrático y académico don Ramón Menéndez
y Pidal afirma que "una historia del cuento nos ofrecería un breve
trasunto de la historia cultural de la Humanidad”(…)
(esto
lo dice Wadel) “Cuentos y novelas de todos los tiempos reflejan momentos
y circunstancias y documentaciones de todos los pueblos y todas las
culturas. En "Las Mil y Una Noches" asistimos al mas trepidante
discurrir del alucinante mundo arábigo de otros tiempos. El Archiprestre
de Hita, Boccaccio, Chaucer, Don Juan Manuel, ilustres cuentistas todos
ellos, hicieron conocer mas a sus pueblos que tanto pomposo y erudito
historiador”.
» (…)
Mi ingenio las engendro y las pario mi pluma y van creciendo en brazos
de la estampa..." Cervantes en "Novelas Ejemplares".
» (…)
Pimentón no impresiona por su altura... ¡si es enano! Ni por su
fortaleza física... ¡es chiquitín! Ni por su ardiente juventud... ¡es un
buen mozo de barbazas blancas...! Atrapa y conquista por la sutil
ingenuidad con que esta revestido. Gorro de aguda punta y pluma que el
tiempo fue variando en arrogancia, narizotas grandotas, grandotas,
cuerpecillo frágil, zapatillas de paño con puntas buscando cielos...
¡Tan frágil, endeble, blandito... al par que sólido Aconcagua! Pero no
reside en ello su verdadero INSTRUMENTO DE PODER, sino en su
PULVERIZADOR, con el cual hace cuanto le de la real gana. Petrifica
cuerpos. O insufla vida a muñecos. O convierte feos ogros en mancebos de
TV. O hace oro con yuyitos del campo.
»El
ritmo de los relatos es pausado , cadencioso. Parlamentos curiosamente
castizos guían al lectorcito y procuran hacer vibrar su emocionado
corazón.
¿Lo
dicho? El léxico es a veces medio castizón. En boca de tales personajes,
tan fuera de serie, no suenan mal palabrejas como SANDECES, SEÑORITO,
RAPAZ, ZORRERIAS, PERFIDO, INCONDUCTA, VILLADIEGO y otras. Abundan
asimismo, términos de rotunda intención moralizadora y ejemplarizadora.
CORRECTIVO, MERECIDO, PLENA JUSTICIA, ARREPENTIMIENTO, PREMIO AL BUENO,
CASTIGO AL MALO, RECOMPENSA, ESCARMIENTO, EL BIEN SIEMPRE TRIUNFA, EL
MAL CASTIGADO...
»Los
seres pimentonianos suelen ser muy malos o muy buenos. Pero son
intrínsecamente perfectibles y hasta regenerables. Aun cuando hayan sido
la mismísima piel de Judas. Que la esperanza es lo ultimo que suele
perderse (dicen...)...
»El
Gnomo Pimentón ascendió al firmamento incorruptible de los cuentos de
hadas universales y reflejó un mundo conocido pero siempre hechicero.
Doncellas y labradores, castillos y ogros, paladines y monstruos,
humanos animalizados y animales humanizados, juguetes y fantasías
múltiples. Colorido desfilar que nos cala tan hondo, hiriendo cuerdas
que creíamos para siempre perdidas en le ayer rosado de la infancia
lejana.
»Oscar Eduardo "Pocho" Blotta dibuja al tierno, calido y hechicero GNOMO
PIMENTON. Amen de un lujoso universo de seres fantásticos, paisajes de
ensueños y situaciones insólitas (…) El G.P. es una de las historietas
cómicas de mas prolongada trayectoria. Y se convirtió en uno de los
personajes favoritos del publico de aquellos mas románticos tiempos.»
Sobre
Torino, en "Hector L. Torino, Don Nicola y el Chaplin de La Boca":
«Tenia que ser, inexorable. Fatal, fatalísima. Una "pata" en Italia y
otra en Argentina solo podia generar "eso": tanocriollo o criollotano. O
"tarriolo" o "criotano". Pongale nombre: el puso su nacimiento, el, don
Héctor L. Torino. Y es que su progenitor cumplió deberes maritales en
Italia, pero su nacimiento se produjo meses después en Argentina. Tal
cual.
Barriales aires boedianos mecieron su cuna. Año "yeta": 1913 (…)
»Ninguna academia, ningún "profe" se arrogara jamás su discipulado.
Héctor fue autodidacta cabal. Solo tuvo acaso "inspiradores" (…)
»Allá
por los años treinta cuando los cultos y sabios maestros europeos se
masacraban por cuatro lotecitos, salía el suplemento de un diario
bochinchero apelado Crítica
»¿Que
sentía mas, la música o el dibujo...? En tales angustias kafkianas, opto
por lo seguro. Había que comer las pastachutas... Y siguió manejando
lápices y creando personajes (…)
»¡Don
Nicola, glorioso Chaplin de la Boca...! Su desmesurada carona de tanazo
tanito parecía un horizontal ovoide. La gorra cuadriculada emparejaba
una ñata bendecida por colosal bigotazo. Ojo dilatado, craneo peludón,
camiseta de dudosa pulcritud aristocrática, "leones" caidizos, pancita
tallarinera, chaleco cortón como día sin líos. Y un entorno hoy
nostalgia pura.
»Así
era la pluma de Torino. Nos hacia reír del pobrerío, pero lo acunaba con
bondad, lo liberaba de su roteril, mitificándolo acaso, emancipándolo
por instantes del entorno cruel, brutal. Solo un artista podría haberlo
plasmado, solo uno de verdad.
»Y
hete aquí que nuestro biografiado opta por "fusilar" al sudoroso
laburante. Ahora es editor con (imaginado) habano gordo y panza con
cadena de reloj. Saca Bichofeo, "QUE USTED PIDE SILBANDO",
conforme al eslogan. O slogan. O como guste.
»(…)
compartían el cartel de Torino nada menos que dibujantes de la talla de
Salinas (¡¡el emperador!!), Cortinas (¡remember Jastinapur!), Breccia (remember
Vito Nervio!) y los tres Guillermos: Guerrero, Battaglia y Roux.
»Año
1958. ¡H.L.T. gana pináculo de su carrerón! Ahora provoca gordos
soponcios a sus alarmados colegas: ¡aparecen las EDICIONES TORINO! Un
gran debute...! Y sale con exitazos.»
(…)
»Y
como diría un titiritero poeta:
"Titere y titiritero
No sienten rodar los años...
La lenta marcha del tiempo
Pasa apenas sin tocarlos..."
Javier Villafañe"»
Sobre
Roux, a quien Wadel llamaba "flammarionis", "portaantorchas" o "llamas":
«Se
da por seguro que el biografo suele "adornar" - a favor o en contra- a
su biografiado. Acaso para hacer ver que este no es un tipo "cualunque".
Confieso que en mi caso jamás adicione nada conscientemente. Y confieso
asimismo que siento cierta vergüenza retrospectiva por no haberles
reconocido a mis biografiados todos sus meritos y cualidades cuando
estábamos en plena juventud o madurez y en fecunda creatividad. Es que
codearse con puntachos como Salinas, Cortinas, Roux, Premiani,
Quinterno, etc., etc., era para mí cosa de todos los días. O casi... Y a
lo corriente y moliente raras veces se le da importancia... Perdónenme
muchachos: ahora los reivindico...si me da el cuero, claro.
»Los
relatos de Roux en torno a sus criaturas de las Pampas encierran un no
se qué de genuino, de autentico, que no ostentan las del Lejano Oeste
sajón. El propio héroe Bufalo Bill, tan exaltado por el cine y las
novelas, fue poco más que un mito creado por ávidos mercachifles
yanquis, que ellos si saben glorificar lo suyo... Otro mito fue el del
general Custer, pomposo macaneador y eminente fantasioso, cuya "mascara"
solo hace poco le fue arrancada por honestos historiadores yanquis. Que
los hay, por supuesto...
»Roux
escribía sus historias criollas después de haber agotado todas las
posibilidades de reunir autentica documentación. Si no poseía pruebas no
engañaba al lector con supuestos episodios verídicos. Sin pelos en la
lengua –o en la pluma...- atacó al archiconocido folletinista Gutiérrez
por sus biografías de Juan Moreyra y Santos Vega...
»Se
llamaba Raúl Alejandro Roux. Y como algunos argentinos de pura cepa,
nació en Montevideo... Y consolémonos con aquello de que sus padres
-ellos si- eran argentinos. (…) Fue un gran autodidacta total.
»(…)
¡Un momento...! En el primer numero de El Tony, aparecido en
setiembre del 28 ¿qué vemos?... ¡Pues nada menos que "El Tigre de los
Llanos"! ¡La cabra tira al monte! Ya en sus años juveniles buscaba
con afán e instintivamente la esencia del mundo criollo, a los
prohombres de las tierras gauchas.
»Pero
poco a poco nos fuimos acercando a los tiempos de Patoruzito:
1945. Un día, siendo yo director, me llamo el editor Dante Quinterno.
Era para presentarme a un futuro colaborador, un señor alto, delgado,
morocho, de ojos sagaces pero algo tristes: Raul Roux.
»Traía una idea (¡cuándo no!) profesional de los de antes, sentía aún
cierta leve influencia de la historieta inglesa (…)
[a
continuación habla Wadel de la tira de Roux "Ira implacable"]
» (…)
Otro tema inglés, bien antiguo lo siguio: "Ivanhoe", de Walter
Scott. Tema que Roux, antisajón enrage, hacía ahora con patente mal
humor y por pura gana de ganarse esquivos garbanzos. Líneas delgadas
escasas sombras y creatividad bien profesional constituían ese orbe
scottiano hecho dibujo y mas dibujo.
«Pero
en tanto Roux renegaba con "Ivanhoe", iba plasmando lo que seria sin
duda su obra cumbre, ese su formidable estudio acerca de la Conquista
del Desierto. "Lanza Seca". Y si no fuera por esa perversa sombra de
ignorancia y absurdo desdén que abruma nuestro arte. "Lanza Seca", sería
hoy tal vez un clásico en su genero...
Confieso que aprendí mucho, muchísimo acerca de la Conquista del
Desierto leyendo por deber profesional sus paginas vibrantes, intensas.
»Escribia
R.R. con prosa directa, clara, apasionante. Siempre se comprometía (…)
»En
"Lanza Seca" se describe la vida militar del joven cadete Martin
Olzinellas, enterrado en un remoto fortín, más allá del ferrocarril, mas
allá de la diligencia, más allá de todo lo civilizado.
»Su
entorno lo integran soldados, oficiales, gauchos, indios, bandidos, la
Vida y la Muerte, cueros, boleadoras y lanzas. Y la abrumadora Soledad
de la Pampa.
»Pocos escribieron tanto y tan certeramente en torno al fabuloso tópico.
¡Increíble: jamás fue editado en libro! Obra genial, ideal para sentirse
mas y mejor argentino.»
Sobre
los historietistas olvidados.-
«Acaso algún día se le de a las historietas -cómicas y serias- la cabal
importancia que de verdad y plena justicia les corresponde. Cosa sabida,
se aprecia mas cualquier mediocre payasada que resuena en ámbitos
radiales o televisivos o cinematográficos que los mejores frutos de las
historietas.
»Tal
injusticia se refleja, profunda, en el momento solemne de la muerte.
Dicho con infinito respeto, cuando desaparece un comicastro o un
mediocre histrión de cine, radio o TV, los escribas se hartan de llenar
paginas y paginas... Mientras que las tan lamentables desapariciones de
verdaderos genios como Premiani o Salinas o Cortinas, o Lovato o Rapela
o tantos otros, apenas recibieron la magnánima limosna de unas
apresuradas líneas. Y muchas veces ni siquiera eso...
»Tremenda injusticia que nos empobrece escamoteándonos espíritus
selectos que tendrían que perdurar gloriosos en la memoria de los
argentinos. Y en el mundo todo.»
Conclusión
Leonardo Wadel es la personalidad más culta y multifacética del ambiente
de la historieta, su olvido ha sido injusto e imperdonable, tal vez
debido a su bajo perfil.
La
gran personalidad de sus dibujantes lo relegaron a un segundo plano y
también la calidad e importancia de sus revistas, personajes e
historietas, quienes han adquirido “vida propia” superando y eclipsando
a su hacedor. Y si hablamos de hacedores el genial Dante Quinterno es
quien supera y eclipsa Wadel en su calidad de factótum de Patoruzito
a pesar de la extraordinaria labor que le cupo a L.W. al frente de
dicha revista. Finalmente, como guionista es eclipsado por la figura
legendaria trágica y mítica de Oesterheld.
En su
carácter de estudioso de la historieta el trabajo de Wadel ha tenido
“gusto a poco”, nos debió haber entregado muchos años atrás una gran
Historia de la Historieta Argentina y no lo hizo, y debió hacerlo mucho
antes que los jóvenes Trillo, Saccomano, Massota y Lipszick se hubieran
ocupado de ella. Las reflexiones y anécdotas que nos cuenta Wadel en sus
artículos son muy valiosas y únicas, mostrándonos algo que aún no
sabíamos pese a los libros de historieta ya publicados.
Tal
vez sus familiares posean unas Memorias de Wadel que seria
maravilloso que dieran a luz si quedó resguardado su archivo.
Decía
Alfredo J. Grassi sobre Wadel en su sección escrita “Así los conozco”,
aparecida en Skorpio, 105 (Ediciones Record S.C.A., IX-1984):
«Ocurre que una historieta es ante todo un proyecto, una idea, tal vez
algún boceto dibujado en una mesa de café, entre cigarrillos
nauseabundos y tazas de negro brebaje. Pero siempre, detrás de todo,
debe existir el personaje y sus aventuras -o desventuras- y quien las
escriba y describa. es decir el héroe olvidado que tras una maquina de
escribir baqueteada y asmática ensucie hoja tras hoja, rompa arranque,
tache, hasta lograr dar la primera forma razonable al argumento, que
será guión para el dibujante, quien por lo común se lleva casi toda la
gloria, ¿vieron? Así es la vida... tan sólo algunos grandes, tal es el
caso de Oesterheld, se salvan del olvido injusto. O algunos que
simplemente tienen tenacidad -virtud poco común entre nosotros-, oficio
-virtud menos común todavía- y en ultima instancia, amor por lo que
hacen. (…)
»¿Que
mas puedo decir de usted, Maestro? [por Wadel] ¿Que pasé muy buenos
ratos leyéndolo cuando no tenía siquiera la más mínima idea de ser yo
mismo algún día parte de este mundo fascinante? ¿Que aprendí a hacer
guiones copiándolo, parafraseándolo, siguiéndolo, analizando cada
secuencia que usted construía? Eso debería saberlo, pero si nadie se lo
dijo antes, aquí va mi homenaje, Leonardo Wadel, precursor siempre joven
del guión de historieta en la Argentina, como una especialidad separada
de todas las ramas de la literatura posibles. Usted es de los buenos y
no será olvidado.»
Hermosas palabras de Grassi que merecen un Amén. Que así sea.
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