Autor de formación clásica, muy dotado para el dibujo en general, pero sobre todo gran conocedor de la anatomía y muy dotado para la aventura, que trabajó en varios estudios y agencias durante los años sesenta, diseminando su obra por variadas publicaciones alemanas y francesas, sobre todo, y algunas americanas de Warren. En los setenta colaboró en sellos como Amaika, donde dibujó obras satíricas, y en los ochenta, aparte de colaborar en variados títulos, fue uno de los pilares de la revista Rambla, a la cual destinó su mejor obra: Maese Espada. Después se ha dedicado a la ilustración y a la animación.
Nacido en Madrid al arrancar la década de los cuarenta, fue uno de los niños de los hospicios de Auxilio Social, donde fraguó su amistad con Carlos Giménez. Indisciplinado, al contrario que Carlos, demostró interés por el dibujo pero no una inclinación clara a ser profesional de este medio. Su hermano lo quiso convertir en tornero durante los años cincuenta, pero Usero rehuyó esta posibilidad y trató de ganarse la vida como dibujante. Tras una experiencia como escaparatista, convenció a Giménez de formar parte de su estudio (con Esteban Maroto) y desde allí comenzó su carrera.
Trabajó primeramente en publicidad, ilustración editorial (Triunfo) y otros proyectos (por ejemplo, fue el ilustrador del libro didáctico de J.A. de Laiglesia El arte de la historieta, 1964). En los años sesenta es aceptado por Toutain, que le encarga historietas de piratas, de vaqueros y bélicas, con las que se estrena en el mercado británico. A mediados de los años sesenta ya se ha trasladado a Barcelona y dibuja para el mercado británico a través de Selecciones Ilustradas. Dibuja para Battleground, de género bélico, o Mirabelle o Romeo, de género romántico. Con el equipo formado por Luis García, Suso Peña y otros, aborda un trabajo para el mercado alemán, (Alex, Khan y Khamar que se publica en Roy Tiger) y otros catalizados a través de Bardon Art o la agencia de José Ortega.
Al final de los sesenta, también trabaja para España, ayudando a Carlos Giménez en Delta 99, y ya en los setenta, aborda un proyecto dibujado íntegramente por él: Roldán Sin Miedo (1972), escrito para Bruguera por Víctor Mora, bajo el seudónimo de Víctor Alcázar, con aportación de Andreu Martín (al menos en el guón del último episodio publicado). Sobre guión de Mora, elaboró el dibujo de Les Compagnons d'Univerzoo, que se publicó en la revista francesa Pif en 1974. Desde mediados de los setenta, al igual que otros muchos de los dibujantes de su generación, destina algunas historietas de horror a Warren Publishing, donde firma como Adolfo Abellán.
Durante los setenta, alterna, pues, los trabajos para el mercado exterior (Commando, Debbie, Spellbound) y paralelamente desarrolla en España una leve trayectoria satírica en viñetas e historietas reivindicativas para los libros y revistas del sello Amaika. Usero es uno de los autores que estaba en la redacción de este sello cuando estalló la bomba terrorista remitida a El Papus el 20 de septiembre de 1977. La trayectoria de Usero en historietas con carga ideológica no cesa ahí sino que prosigue con variadas obras de gran calidad: en Trocha / Troya, Cómix Internacional (su gran obra “El domingo rojo”, sobre guiones de Cava) o en CIMOC (“La loba”)
Pero sus obras más importantes, aunque no menos comprometidas, hay que buscarlas en la adaptación histórica, desde que en 1982 iniciase la serie Maese Espada (nunca conclusa hasta que la reeditó Glénat en 2006). Su dominio de la anatomía, los grandes planos, las multitudes y la narrativa en general, quedó demostrado ahí y en sus otros cómics ambientados históricamente y reivindicativos: Las raíces de la Guerra de Argelia (seriado en Rambla tras su publicación como álbum de Ikusager), o la obra de 1985 La Batalla de Vitoria (iniciada por J.L. Salinas).
Tras algunos trabajos dispersos (Comic Biografías, para Bruguera, “Tele TBO” en el renovado TBO, “Salvajes” en Cimoc), el autor se decantó por la animación –storyboards-, la publicidad y el diseño de personajes.