Editorial ;
Se ha dicho que la Biblia es solamente una recopilación de sucesos acaecidos a pueblos tan distintos como el hindú, el egipcio o el asirio-caldeo. Pero si observamos con atención veremos que los relatos bíblicos tambien se encuentran mencionados en otras tradiciones religiosas aún más apartadas, por ejemplo la maya-quiché.
¿Quiere esto decir que la Biblia es también una recopilación de historias mayas? Una respuesta afirmativa a esta pregunta sería audaz y pondría en crisis nuestros supuestos y creencias fundamentales.
Sin embargo, ¿no sería más factible suponer que las enseñanzas contenidas en la Biblia fueron dadas, simultaneamente, a todos los pueblos de la Tierra?.
Con el objeto de responder a todas estas interrogantes, hemos investigado en el presente número el inquietante paralelismo que existe entre la Biblia y el Popol-Vuh.
Guellirmo Mendizabal Lizalde