Editorial
Si hace cuatro siglos alguien hubiera dicho a Michel de Nostradamus (1503-1566) que sus profecías influirián de cierto modo en el desenlace de la guerra más sangrienta sufrida por la humanidad, de seguro que habría sido el primero en sorprenderse.
Pero resulta que así fúe : se ha demostrado que Adolfo Hitler fué un hombre extremadamente supersticioso, que se dejó dominar por los astrólogos. Se sabe también que los ingleses, conocedores de esa debilidad, crearon unas falsas profecías que publicaron en alemán e hicieron llegar a manos del Fuhrer. Este se enteró de su contenido... y el resultado fué desastroso.
¿Que tenían las profecías de Nostradamus para que, al paso de los siglos, creciera en todo el mundo el interés por sus enigmáticas palabras? Nosotros no vamos a negar la infabilidad de sus visiones ni creeremos ciegamente en cuanto pudo decir, pero confesamos que a veces suceden cosas que nos hacen dudar.
Guillermo Mendizábal Lizalde
Editor