Editorial :
Estamos a favor de una nueva manera de pensar. No creemos que existan terrenos prohibidos a la inteligencia. Cualquier fenómeno, por extraño o disparatado que parezca a primera vista, merece ser investigado.
El estudio del espacio, la electrónica o la física nuclear por ejemplo, merecen tanto nuestro interés como la magia, la brujería, o los platillos voladores. Esto no quiere decir que estemos dispuestos a aceptar cualquier cosa como un hecho verdadero que merezca ser investigado. Pensamos, simplemente, que en el universo que nos rodea y en sus leyes de funcionamiento está la explicación de todo y tenemos la absoluta certeza que cuando la inteligencia del hombre se atreva a explorar todos los campos comprenderá lo que ahora parece incomprensible.
A Edgar Cayce, personaje del que nos ocupamos en este número, se le atribuyen 15.000 curaciones "milagrosas". Pero como nosotros no creemos en poderes, o en hechos sobrenaturales, tampoco creemos en milagros. Suponemos que las extrañas circunstancias en que Cayce llevaba acabo invariablemente sus curaciones, eran solo el reflejo de un estado de funcionamiento cerebral que no es común y corriente, pero al mismo tiempo, no por eso menos verdadero que el que conocemos como normal.
No sentimos estar dejandonos llevar por la fantasía. El funcionamiento de esa máquina maravillosa : el cerebro, apenas comienza a ser investigado. Yá los cientificos más serios aceptan la existencia de la telepatía. Pruebas de laboratorio han demostrado sin lugar a dudas que hay personas que son capaces de "ver" colores con los dedos. Estamos seguros que en pocos años nos vamos a sorprender al encontrar en el hombre, capacidades que suponiamos inexistentes. El hombre en este sentido será brujo, profeta y dios.
Guillermo Mendizábal Lizalde
Editor