1953 · Madrid · Comunidad de Madrid · 
Hernández Cava se formó en Historia del Arte al tiempo que daba sus primeros pasos como teórico del cómic en Bang! y a la par que comenzaba a elaborar guiones de historieta. En 1971 aparecieron sus primeros guiones en el suplemento de historietas El Cuco del diario Pueblo, para la serie femenina "Rosa la revoltosa" y otras como "Azufrito" o "Red Layton". En 1972 comenzó a crear bajo el seudónimo colectivo El Cubri obras muy marcadas por la denuncia social y política que publicaban tanto en revistas generales (como Fotogramas, Zona abierta, El viejo topo, Teoría y práctica, etc.) como en libros, carteles, pintadas y en todo tipo de publicaciones. Algunas de estas obras fueron recogidas en el libro El que parte y reparte se queda con la mejor parte, de Editorial Fundamentos, en 1975.
Durante los años setenta, Hernández Cava siempre actuó con el colectivo El Cubri, publicando en tebeos y revistas como Comiciclo, Trocha/Troya (donde comenzó "Etnocidio"), Butifarra!, Cul de Sac ("Spain"), Rambla, La calle (su obra "Mezquite"), Diario 16 (donde se publicó la primera de las historias de Peter Parovic titulada "Sueños de plomo", un trabajo de género negro pero con el tema de los brigadistas como eco de fondo, apareciendo la segunda entrega titulada "Cadáveres de permiso" en Rambla), Cairo o Cimoc (donde se publicaron varias entregas de la serie de género negro Sombras, recopiladas luego en el álbum homónimo junto a "Sueños de plomo"). Cava también firmó en solitario por este tiempo guiones para esas revistas y otras publicaciones, sobre los autores desposeídos de gloria, como la truncada "Paisa" (en Rambla), o sobre la posición del hombre ante la historia, descollando especialmente en la colección Imágenes de la Historia de Ikusager Ediciones, donde consolidó su interés por hacer historieta desde una posición ética, enfrentando a sus personajes a sus propias decisiones para con ello situarlos en el centro de las transformaciones políticas y sociales que les tocó vivir. Sus guiones resueltos de este modo para Marika, Usero o Luis García se encuentran entre los más celebrados del cómic español.
Destacó especialmente su trabajo en Madriz desde 1984, como guionista de otro desposeído: "Luis Candelas", pero también como director de la revista, una de las más renovadoras del panorama nacional por entonces, que aportó nuevos modelos estéticos, descubrió jóvenes valores y ensayó arriesgadas propuestas narrativas. Lo mismo puede decirse de Medios Revueltos, revista dirigida por él desde 1988. A partir de los finales años ochenta, cuando, por cierto, dejó de firmar como El Cubri, Hernández Cava ha desarrollado guiones muy sólidos con el interés puesto en los manejos del poder, la denuncia social y la posición del hombre en la historia. Estos temas ya estaban en la serie de Las memorias de Amorós, que comenzó a ofrecerse por entregas en la publicación Alfoz, en Vendrán por Swinemünde, serie publicada en El País Semanal, en Ventanas a Occidente, y siguió explorándolos en Buana –en Pequeño País–, Berlín 1931, El artefacto perverso o Lope de Aguirre. La expiación, en gran parte todos ellos pendientes aún de la posición del hombre en la historia y de sus papel en los momentos decisivos.
Aparte de los libros que han ido recopilando su obra firmada como El Cubri en los primeros años del siglo XXI (Luis Candelas, El hombre invisible, Sombras, Francografías, Tal como éramos, más algún catálogo o suplemento) ha seguido produciendo historias de gran atractivo en proyectos como Bebop, Macandé, V Girl, Las habitaciones desmanteladas, Soy mi sueño o Bob Deler, donde reflexiona sobre nuestra actual cultura y la realidad amorfa que nos toca vivir, al tiempo que hace una reflexión crítica sobre las artes. En recientes guiones como Las serpientes ciegas, la muy personal El hombre descuadernado, la de ambientación histórica Sarà Servito, o Hágase el caos, proyecto en dos tomos para Dargaud (pero que se publicarían en España de forma simultánea), Cava vuelve a sumergirse en los temores del hombre que intenta comprender quién es y qué debe hacer mientras que aspectos como las ideologías o los nacionalismos le convierten necesariamente en víctima.
Durante los años noventa, Hernández Cava fue el principal impulsor y asesor del concurso nacional que convoca el Instituto de la Juventud, ligado a varios ministerios a lo largo del tiempo, y de las exposiciones sobre historieta latinoamericana Consecuencias (2005-2007). Como tal asesor, ha sido comisario de varias exposiciones sobre cómic (desde 1985, que coordinó una sobre Madriz, hasta Las chicas Picó, en 2010) y, también, de varias sobre humor gráfico en colaboración con la FGUA y otras entidades. Como teórico, ha participado en decenas de publicaciones, tanto en fanzines como en catálogos como en libros.
Bajo el seudónimo colectivo Caín, Felipe Hernández Cava ha escrito y escribe las viñetas de sátira que dibuja Federico del Barrio a diario para el periódico La Razón. Desde esta tronera, Cava expone sátiras dirigidas a la generalidad y no a individuos o hechos concretos, construyendo antes un juicio reflexivo que una transgresión humorística. Con similar pulso crítico ha escrito los guiones de la serie Pecios, denominadas "viñetas animadas de ahora", publicadas en el sitio web de reflexión crítica FronteraD (http://www.fronterad.com/), dondel el autor vuelve a firmar como El Cubri, junto con Arjona, firma que también han usado en 2011 en un número especial del Magazine de El Mundo en recuerdo del 23 F.
Felipe Hernández Cava también ha sido guionista de televisión, crítico de arte, y colabora habitualmente con el diario El Mundo. Ha participado como escritor en varios libros y catálogos: Max y Moritz, Films Polski, Carteles cubanos de cine, Mira, Mario, El pecado de la creación, Cinemedia, Historia del franquismo, El Prado mínimo, La imagen del poder, De buena tinta, Zu, los colores de la tierra y varios más. Miembro destacado de APIC, ha colaborado en el Libro Blanco de la Ilustración gráfica en España y en 2010 fue elegido director de colecciones del futuro Museu del Còmic y la Il·lustració de Badalona.
En 2009 resultó ganador del Premio Nacional de Cómic por su obra Las Serpientes Ciegas, junto con Bartolomé Seguí, que fue publicada inicialmente en la revista gallega BD Banda desde 2008 y luego recogida en libro.
